En memoria de Pastora Mompeán Franco.
¿Qué es una tragedia?
Una tragedia es exactamente eso que creemos que sólo ocurre a los demás.
Sobrevivir a alguien inmensamente amado es una tragedia. La tragedia más frecuente, por la que casi todos pasamos tarde o temprano.
Si amas sin reservas ni murallas, sabrás de lo que te hablo, si tienes la suerte de aún vivir en plenitud inventa disfrutones sentidos a cada experiencia compartida. Exprime, celébralo todo, abraza hasta al árbol más enclenque y miccionado. Porque la desaparición repentina o la lenta decadencia también te entrarán con altas probabilidades si vives lo suficiente y no huyes de tu destino.
A mí me ha tocado vivirlo temprano y por partida doble, lo que me ha hundido a niveles irregistrables.
Pero gracias a Dios mi mente conservó un mínimo de actividad práctica y no me quedé un solo día agazapada en la cama, aunque era tanto el deseo de no vivir que busqué ayuda desde la primera semana. Fui al médico de cabecera, hice un taller de Duelo en La Casa de la Esperanza, y en ese mismo mes de marzo en el q partió mi hermano y que hacía sólo tres meses había fallecido mi padre contacté con Pastora, de la que me habían hablado delicias, sentí que era mi última y desesperada oportunidad. Debido a q el taller que estaba haciendo coincidía en viernes no fui a Amanecer hasta pasado el verano. Pero a través del grupo de whatsapp desde aquel marzo nos mandábamos entre nosotros vídeos, artículos y reflexiones de ayuda.
La acogida me la hicieron Carmen (pérdida de pareja), Juana (pérdida de hermano) y Eloisa (pérdida de hijo). Ya he dicho otras veces que a mi hermano menor lo siento como a un hijo. El encuentro con estas tres preciosas personas me animaron a pensar que Pastora y su grupo podían quitarme las ideas de abandonar este absurdo tinglao llamando mundo, también conocido como La Vida es Chula.
Tomé orfidal para aquella primera sesión y aun así me temblaban las manos. Para entrar por primera vez a un grupo de duelo hay que tenerlos bien colocados.
Me tropecé con ella en el vestuario de AMANECER, nos estábamos descalzando y eso me relajó. Era septiembre, yo ya estaba avisada de su enfermedad, pero lo olvidé por completo al verla descalza en medias verdes y mangas de campana. Nos presentamos, luego se deslizó para atender una llamada, el timbre o para acercarse a Juana o Marisol, no recuerdo la demanda. Lo que recuerdo es que la vi alejarse elevándose varios centímetros sobre el suelo, en perfecto paralelo y sin un atisbo de cansancio. No la conocía, pero ya sabía que estaba ante alguien elegantemente dulce tanto para hablarte de frente como para desaparecer.
Esa primera sesión, esa primera impresión, fue suficiente para no saltarme ninguna. Gracias a Dios no me dejé llevar por la pereza ni por mi depresión, fui a todas las citas con esa hada que me suscitaba un respeto y una curiosidad que me hacía posponer la fecha de mi marcha. Y cuánto me agradezco a mí misma haber confiado en Pastora y haber dicho SÍ cada viernes, pues yo no imaginaba lo pronto que me quedaría sin su valiosísima ayuda. Tres encuentros, unas 6 horas, la última vez: el club de lectura de «ESTÁS EN MI CORAZÓN», con algunos de los padres que han perdido a un hijo, con mis imprescindibles compañeros, también con los sabios y entrañables Victoriano y Marisol.
Sin entrar jamás en mi blog en detalles de la intimidad que compartimos en las reuniones, nunca olvidaré, Pastorcilla, tu cálida carcajada con mis idas de olla, con mis intentos de hacer humor de mi pobre estado emocional. Porque tú facilitas ese ambiente en medio del desastre, nos hacías reír cuando decías que ibas a felicitar la navidad a Anji Carmelo y «de paso le recordaré que queremos traerla», sabíamos que por su edad y agenda era difícil convencerla, pero nos reíamos cada vez que recordábamos q había que felicitar la navidad a Anji.
Quiero hacer una lista de todos tus consejos porque nada quiero olvidar. Cuando leíste mi blog me animaste a que siguiera porque ordenar las ideas me sanaría; pero que al ser yo muy mental tal como eras tú, también debíamos volver al cuerpo: bailar, andar descalza, pisar superficies rugosas, rocas, tierra...
Darle placer a ese órgano llamado piel es lo que más he hecho en mi vida, prácticamente me levantaba bailando. No me ha dado tiempo a contarte lo importante que ha sido la música y el baile para sobrevivir. Seguro que me habrías aconsejado algún espacio de tantos q has conocido donde recuperar algunas cenizas de esa pasión.
Otro de tus dones es que dabas lugar a todos por igual, el sufrimiento no admite comparación. Tu semblante brillaba miraras a quien miraras. Y yo maldigo que no nos miremos ya más.
NOS HAS MARCADO COMO UNA DANZA DE FUEGO. Quiero que mis compañeros de esta gélida travesía me cuenten todo lo que de ti me perdí. TE QUIERO, VIVIDORA, gracias por ser la encarnación de lucha y amoroso servicio a uno mismo y a los demás.
NUESTROS ÁNGELES TE RENDIRÁN AGRADECIMIENTO CON UNA ALFOMBRADA VOLADA DE MARIPOSAS NADA SUTILES, MARIPOSAS DE MANGAS DE CAMPANA Y CALZADO FLAMENQUÍSIMO.
Jeeeejeee... Sé que reirás por siempre.
PASTORA💙 RAQUEL💙 SAMUEL
¿Qué es una tragedia?
Una tragedia es exactamente eso que creemos que sólo ocurre a los demás.
Sobrevivir a alguien inmensamente amado es una tragedia. La tragedia más frecuente, por la que casi todos pasamos tarde o temprano.
Si amas sin reservas ni murallas, sabrás de lo que te hablo, si tienes la suerte de aún vivir en plenitud inventa disfrutones sentidos a cada experiencia compartida. Exprime, celébralo todo, abraza hasta al árbol más enclenque y miccionado. Porque la desaparición repentina o la lenta decadencia también te entrarán con altas probabilidades si vives lo suficiente y no huyes de tu destino.
A mí me ha tocado vivirlo temprano y por partida doble, lo que me ha hundido a niveles irregistrables.
Pero gracias a Dios mi mente conservó un mínimo de actividad práctica y no me quedé un solo día agazapada en la cama, aunque era tanto el deseo de no vivir que busqué ayuda desde la primera semana. Fui al médico de cabecera, hice un taller de Duelo en La Casa de la Esperanza, y en ese mismo mes de marzo en el q partió mi hermano y que hacía sólo tres meses había fallecido mi padre contacté con Pastora, de la que me habían hablado delicias, sentí que era mi última y desesperada oportunidad. Debido a q el taller que estaba haciendo coincidía en viernes no fui a Amanecer hasta pasado el verano. Pero a través del grupo de whatsapp desde aquel marzo nos mandábamos entre nosotros vídeos, artículos y reflexiones de ayuda.
La acogida me la hicieron Carmen (pérdida de pareja), Juana (pérdida de hermano) y Eloisa (pérdida de hijo). Ya he dicho otras veces que a mi hermano menor lo siento como a un hijo. El encuentro con estas tres preciosas personas me animaron a pensar que Pastora y su grupo podían quitarme las ideas de abandonar este absurdo tinglao llamando mundo, también conocido como La Vida es Chula.
Tomé orfidal para aquella primera sesión y aun así me temblaban las manos. Para entrar por primera vez a un grupo de duelo hay que tenerlos bien colocados.
Me tropecé con ella en el vestuario de AMANECER, nos estábamos descalzando y eso me relajó. Era septiembre, yo ya estaba avisada de su enfermedad, pero lo olvidé por completo al verla descalza en medias verdes y mangas de campana. Nos presentamos, luego se deslizó para atender una llamada, el timbre o para acercarse a Juana o Marisol, no recuerdo la demanda. Lo que recuerdo es que la vi alejarse elevándose varios centímetros sobre el suelo, en perfecto paralelo y sin un atisbo de cansancio. No la conocía, pero ya sabía que estaba ante alguien elegantemente dulce tanto para hablarte de frente como para desaparecer.
Esa primera sesión, esa primera impresión, fue suficiente para no saltarme ninguna. Gracias a Dios no me dejé llevar por la pereza ni por mi depresión, fui a todas las citas con esa hada que me suscitaba un respeto y una curiosidad que me hacía posponer la fecha de mi marcha. Y cuánto me agradezco a mí misma haber confiado en Pastora y haber dicho SÍ cada viernes, pues yo no imaginaba lo pronto que me quedaría sin su valiosísima ayuda. Tres encuentros, unas 6 horas, la última vez: el club de lectura de «ESTÁS EN MI CORAZÓN», con algunos de los padres que han perdido a un hijo, con mis imprescindibles compañeros, también con los sabios y entrañables Victoriano y Marisol.
Sin entrar jamás en mi blog en detalles de la intimidad que compartimos en las reuniones, nunca olvidaré, Pastorcilla, tu cálida carcajada con mis idas de olla, con mis intentos de hacer humor de mi pobre estado emocional. Porque tú facilitas ese ambiente en medio del desastre, nos hacías reír cuando decías que ibas a felicitar la navidad a Anji Carmelo y «de paso le recordaré que queremos traerla», sabíamos que por su edad y agenda era difícil convencerla, pero nos reíamos cada vez que recordábamos q había que felicitar la navidad a Anji.
Quiero hacer una lista de todos tus consejos porque nada quiero olvidar. Cuando leíste mi blog me animaste a que siguiera porque ordenar las ideas me sanaría; pero que al ser yo muy mental tal como eras tú, también debíamos volver al cuerpo: bailar, andar descalza, pisar superficies rugosas, rocas, tierra...
Darle placer a ese órgano llamado piel es lo que más he hecho en mi vida, prácticamente me levantaba bailando. No me ha dado tiempo a contarte lo importante que ha sido la música y el baile para sobrevivir. Seguro que me habrías aconsejado algún espacio de tantos q has conocido donde recuperar algunas cenizas de esa pasión.
Otro de tus dones es que dabas lugar a todos por igual, el sufrimiento no admite comparación. Tu semblante brillaba miraras a quien miraras. Y yo maldigo que no nos miremos ya más.
NOS HAS MARCADO COMO UNA DANZA DE FUEGO. Quiero que mis compañeros de esta gélida travesía me cuenten todo lo que de ti me perdí. TE QUIERO, VIVIDORA, gracias por ser la encarnación de lucha y amoroso servicio a uno mismo y a los demás.
NUESTROS ÁNGELES TE RENDIRÁN AGRADECIMIENTO CON UNA ALFOMBRADA VOLADA DE MARIPOSAS NADA SUTILES, MARIPOSAS DE MANGAS DE CAMPANA Y CALZADO FLAMENQUÍSIMO.
Jeeeejeee... Sé que reirás por siempre.
PASTORA💙 RAQUEL💙 SAMUEL
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