Los pocos segundos que no grito y lloro, los escasos segundos de serenidad agradezco haber vivido 40 años con el mejor hermano que se pueda tener. Algún día abriré así los brazos y te acogeré en el mar. Sentiré cada uno de mis baños como tuyos, desde mi corazón, donde habita parte de tu energía, volverás a sentir el placentero alivio de los mares. Quiero prometerme aguantar tiempo suficiente para cumplir al menos eso, que vuelvas al mar conmigo, sin la desconexión que te llevó a él.
Sé que ahora estás conectado con lo divino, pero has dejado una cuenta pendiente, y la pagaré yo, me adentraré por ti, y tú en mi interior sentirás que el mar no te hace ya ningún daño. Que los accidentes quedan incinerados, enterrados, secos; que el agua es todo lo contrario: PURA VIDA.
Te amo, mi pequeño tesoro de espalda infinita.
Sé que ahora estás conectado con lo divino, pero has dejado una cuenta pendiente, y la pagaré yo, me adentraré por ti, y tú en mi interior sentirás que el mar no te hace ya ningún daño. Que los accidentes quedan incinerados, enterrados, secos; que el agua es todo lo contrario: PURA VIDA.
Te amo, mi pequeño tesoro de espalda infinita.
El agua son los sentimientos y nosotros somos parte agua, por lo tanto "sentimientos" y por supuesto "Pura vida"
ResponderEliminarUn abrazo de oso
Un fortísimo abrazo, Jorge.
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