Mientras te escribo no me creo lo que digo. No me creo que no estés aquí a mi verita, hoy sábado, comiéndonos un arroz con verduras y una cervecita fresca.
Eres maravilloso, hermano, no lo olvides jamás. En ese accidente quien menos culpa tuviste fuiste tú. Sólo querías sentirte seguro, refrescar tu mente, sentir la plenitud de estar a salvo, alejado de tierra. Tu bendito mar debió empujarte a donde pudieran verte. Con lo bien que te sentaba el mar, te dejaba nuevo como a la mayoría, y a eso fuiste, a renovarte el alma dañada.
Hermano mío, no sabes cómo necesito tus abrazos de payasete, tu apoyo sagrado, tus torpezas de persona real y nada aparente. No podías ser más de carne y hueso, cómo nos reíamos con tus cagadas y con las mías. No supimos diseñarnos un rol con el que dar el pego y darnos importancia, en ningún ámbito. Sólo éramos reales.
Y un día, como a cualquiera puede pasarle, la realidad se te escurrió de las manos y luego se escurrió de todo lo demás.
De la forma q más te sueño últimamente es tocando la guitarra, sales acompañado. Ojalá hayas conocido músicos maravillosos q en esa dimensión te hagan cumplir el sueño de formar una banda.
Echo de menos tus ocurrencias disparatadas, tu genialidad que por tímido pocos conocían, tu talento para convertir la rutina en ternura.
Los ángeles y dolientes que voy conociendo.(no me corto para escribir y pedirles ayuda y consejo a los más escuchados) me aseguran que estás conmigo, q os movéis deprisa por todos sitios, que hace 10 minutos estabas de concierto con Lemmy y ahora puedes estar conmigo, limpiándome las lágrimas o susurrándome un temazo que nos recuerde alguno de nuestros momentos mágicos.
Dios, cómo alucinamos viendo a Motorhead tan cerca de casa!!
Cuando pienso que mi vida está castrada para volver a vivir momentos grandiosos con la persona que más quiero, considero un castigo seguir viva. No puedo entender q tus preciosas manos sean de ceniza, con su bello lunar entre el índice y el pulgar. Tu compacta y propia forma de tocar los objetos y embalar los paquetes cuando teníamos que enviar pedidos de nuestro pequeñito negocio virtual.
Ahora no tengo ilusión por nada, lo he aparcado todo. Trabajé 12 años duro para mantener la página, pero esa vida era inspirada por diferentes alegrías, tenerte como hermano la primera de todas ellas.
Mándame ángeles, amor mío.
Te quiere, tu hermana Raquel
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