Nunca antes había experimentado una depresión. No sabía lo que era levantarse por la mañana y maldecir que el corazón cumpliera su función.
NUNCA.
Siempre he sido una persona fuerte, con mucha curiosidad y ganas de crear, positiva aunque mi entorno fuera todo lo contrario. Y no es que no tuviera defectos, muchos, pero las ganas de crear cosas cada día estaban por encima de mis taras. Casi todo me inspiraba, el cine, la música, los animales, los libros, la gente y sus historias, el salitre en las rocas, las casualidades enterradas en la arena de la playa, la solidaridad, bailar..., bailar mucho. Ya sólo por bailar merecía la pena vivir.
Pero este doble duelo tan duro me ha hecho conocer que la peor oscuridad puede estar al alcance de cualquiera, yo que me sentía tan a salvo con mis propios recursos.
Os vais y me quedo sola con mamá, como hija única, cuando tener hermanos lo sentí siempre como la bendición máxima. Rogué muchos años en rezos que la vida no me proporcionara a mí nada especial, que con tener a mi pequeño hermano sano y salvo lucharía en la vida como me viniera.
Sin imaginar jamás algo tan trágico y desestructurador para el alma.
Tengo la fuerza mínima para intentar sanarme escribiendo, un poco de ejercicio y cuidando de nuestros animales. Como habrás comprobado aguanté otro día más. Sin mucho más q poder prometerte.
Te amo y tengo mucho miedo, mi alma gemela. Por mucho que me digan que después de la noche oscura del alma hay un amanecer, por mucho que me digan que este tiburón blanco será al final un delfín que me enseñará a amar la vida más aún que antes.
NUNCA.
Siempre he sido una persona fuerte, con mucha curiosidad y ganas de crear, positiva aunque mi entorno fuera todo lo contrario. Y no es que no tuviera defectos, muchos, pero las ganas de crear cosas cada día estaban por encima de mis taras. Casi todo me inspiraba, el cine, la música, los animales, los libros, la gente y sus historias, el salitre en las rocas, las casualidades enterradas en la arena de la playa, la solidaridad, bailar..., bailar mucho. Ya sólo por bailar merecía la pena vivir.
Pero este doble duelo tan duro me ha hecho conocer que la peor oscuridad puede estar al alcance de cualquiera, yo que me sentía tan a salvo con mis propios recursos.
Os vais y me quedo sola con mamá, como hija única, cuando tener hermanos lo sentí siempre como la bendición máxima. Rogué muchos años en rezos que la vida no me proporcionara a mí nada especial, que con tener a mi pequeño hermano sano y salvo lucharía en la vida como me viniera.
Sin imaginar jamás algo tan trágico y desestructurador para el alma.
Tengo la fuerza mínima para intentar sanarme escribiendo, un poco de ejercicio y cuidando de nuestros animales. Como habrás comprobado aguanté otro día más. Sin mucho más q poder prometerte.
Te amo y tengo mucho miedo, mi alma gemela. Por mucho que me digan que después de la noche oscura del alma hay un amanecer, por mucho que me digan que este tiburón blanco será al final un delfín que me enseñará a amar la vida más aún que antes.
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