Hoy la reina cumple 60 tacos, Leo como mi Samu.
Tú sabes mejor que nadie cómo la leona me inspira desde q la descubrí siendo niña, ¿bailaremos de nuevo juntas a pocos metros la una de la otra? AQUELLO FUE POSIBLE GRACIAS A TI, QUE LO PREPARASTE TODO PARA CUMPLIR UNO DE MIS SUEÑOS.
Y EN VALENCIA LA VIMOS ACTUAR EN PRIMERAS FILAS, qué emocionante fue vivir aquello contigo y unos viejos amigos del colegio.
Ha pasado una década de ello, allí coincidí con mi vecina enfermera Marga, de Las Calas, Cabo de Palos, y fue un puntazo la casualidad de chocar entre más de 20.000 personas.
Hiciste todo lo posible para que aquello se hiciera realidad, cuando sonó LIKE A PRAYER lloré de felicidad. Lo grabamos para que tanta dicha fuera reproducible en futuros momentos. He visto nuestra grabación muchas veces en esos diez años, tras irte no creo que pueda verla ya más.
Cuando éramos niñas mi mejor amiga y yo baiilábamos a Madonna por todo Cabo de Palos, teníamos unos 9 años, íbamos con un cassette q pesaba más que nosotras, a los mayores les divertía vernos, especialmente a los extranjeros. Pero tú y tu amigo Dani creo que nos mirábais sin entender nada. No teníamos vergüenza, lo mismo bailábamos en una superficie en alto q tenía la pescadería Rebollo mirando al paseo de la barra, lo mismo nos colábamos en el legendario Micky o en el CB, e iban nuestros padres a sacarnos.
Acompañadas de adultos bailamos en Trips y Charlie Brown, tú no entraste porque eras aún más pequeñín que nosotras, q no medíamos ni medio metro.
Unos años después, de adolescentes, el Micky se vivió en un local que era un bajo, allí se celebró una fiesta donde hacíamos imitaciones de actuaciones, todas fueran chulísimas, nosotras hicimos el VOGUE de Madonna.
Qué infancia y juventud más feliz hemos tenido en el Cabo y en La Manga. Y cuánto sufrimiento irrefrenable, hermano, irte tan joven, saber que no podremos disfrutar más juntos del sonido de las olas más rebeldes, del olor de la brisa, de nuestros perros haciendo amistad con los perros de zeneta, la paz marina en mil rincones que son de miles de personas, pero que cuando los habitamos se crea la magia de que sólo a nosotros nos perteneciera.
Te quiero tanto, vida mía. He resistido un día más, ojalá vivieras para celebrarlo todo, cumpleaños de Maddy incluido.
Te quiero siempre siempre siempre, extensamente, con intocable horizonte.
Tú sabes mejor que nadie cómo la leona me inspira desde q la descubrí siendo niña, ¿bailaremos de nuevo juntas a pocos metros la una de la otra? AQUELLO FUE POSIBLE GRACIAS A TI, QUE LO PREPARASTE TODO PARA CUMPLIR UNO DE MIS SUEÑOS.
Y EN VALENCIA LA VIMOS ACTUAR EN PRIMERAS FILAS, qué emocionante fue vivir aquello contigo y unos viejos amigos del colegio.
Ha pasado una década de ello, allí coincidí con mi vecina enfermera Marga, de Las Calas, Cabo de Palos, y fue un puntazo la casualidad de chocar entre más de 20.000 personas.
Hiciste todo lo posible para que aquello se hiciera realidad, cuando sonó LIKE A PRAYER lloré de felicidad. Lo grabamos para que tanta dicha fuera reproducible en futuros momentos. He visto nuestra grabación muchas veces en esos diez años, tras irte no creo que pueda verla ya más.
Cuando éramos niñas mi mejor amiga y yo baiilábamos a Madonna por todo Cabo de Palos, teníamos unos 9 años, íbamos con un cassette q pesaba más que nosotras, a los mayores les divertía vernos, especialmente a los extranjeros. Pero tú y tu amigo Dani creo que nos mirábais sin entender nada. No teníamos vergüenza, lo mismo bailábamos en una superficie en alto q tenía la pescadería Rebollo mirando al paseo de la barra, lo mismo nos colábamos en el legendario Micky o en el CB, e iban nuestros padres a sacarnos.
Acompañadas de adultos bailamos en Trips y Charlie Brown, tú no entraste porque eras aún más pequeñín que nosotras, q no medíamos ni medio metro.
Unos años después, de adolescentes, el Micky se vivió en un local que era un bajo, allí se celebró una fiesta donde hacíamos imitaciones de actuaciones, todas fueran chulísimas, nosotras hicimos el VOGUE de Madonna.
Qué infancia y juventud más feliz hemos tenido en el Cabo y en La Manga. Y cuánto sufrimiento irrefrenable, hermano, irte tan joven, saber que no podremos disfrutar más juntos del sonido de las olas más rebeldes, del olor de la brisa, de nuestros perros haciendo amistad con los perros de zeneta, la paz marina en mil rincones que son de miles de personas, pero que cuando los habitamos se crea la magia de que sólo a nosotros nos perteneciera.
Te quiero tanto, vida mía. He resistido un día más, ojalá vivieras para celebrarlo todo, cumpleaños de Maddy incluido.
Te quiero siempre siempre siempre, extensamente, con intocable horizonte.
Comentarios
Publicar un comentario