Me pasaría el día hablando contigo, al no saber si escuchas desde algún centro de gravedad permanente, lo escribo.
Todo el mundo debe saber lo importante que es con los hermanos bien llevarse.
Uno de los mayores regalos de la vida no puede desperdiciarse por malentendidos, traiciones y ambiciones. Se hace extensible a primos que logran ser como hermanos.
Siempre puedes encontrar una manera de arreglar las cosas, y ahora que el medio escrito es más usado, divertido y rápido que nunca, aproveche el tirón.
Me gustaría haber tenido más hermanos, si salgo de ésta y logra mi alma crecer en lugar de morir en el intento, hay muchas probabilidades de considerar muy cercanos a aquellos a los que en mis mejores tiempos ignoraría. Puede q ésa sea una de las duras lecciones que haya que aprender, ser mucho más amoroso con quien no compartes chupitos de sangre circundante.
Imaginemos entonces cómo debería ser nuestro amor con quienes si compartimos ese líquido venoso que funciona como el hilo rojo que no nos debe separar jamás.
Cuida a tu hermano o hermana, porque ni ella ni tú sois inmortales aunque ahora os lo parezca.
Nunca conocí a nadie con una energía tan bendecida y fuerte como la de Samuel, nunca se me pasó por el coco que fuera tan fácil y rápida su condición mortal, un tiempo concedido y sellado.
De tu alma gemela jamás te interesa su final, sólo piensas en a su vera planear.
Perdona a tu hernano, invítale a un vino si no le da por cantar opereta, en ese caso un cacaolat veggie será lo más, pues además de perdonarlo le mostrarías que estás puesto en lo ultimísimo. El cacaolat es legendario, me recuerda a nuestra deliciosa infancia, y ahora además, es más lista que antes y tiene versión vegana.
¿Te acuerdas, Samu, cuando papá nos compraba el batido en la confitería de Cabo de Palos y salíamos disparados de energía yo en patines y tú en bicicleta?
Perdona a tu hernano aunque el muy capullo te haya timado. No dejes que el tiempo pase y sin sentirle cerca, las palabras no dichas te disequen el corazón cuando el suyo sea ya de tierra.
NO, NO HAY TANTO TIEMPO COMO TÚ CREES. MI HERMANO HUBIERA PUESTO LA MANO EN EL FUEGO A QUE ESTARÍA AHORA DISFRUTANDO DE SUS VACACIONES, DE LAS OLAS, COMO LOCO DE ALEGRÍA POR TENER TODA UNA VIDA POR DELANTE REPLETA DE VERANOS ÚNICOS Y DESTELLANTES.
Todo lo que creemos es mentira, la verdad va muy por delante. Nunca la conocemos, nuestras pocas libertades están en la reconciliación de lo que parecía intocable.
Si no puedes perdonar a un hermano no te perdonarás a ti el día que te hieras y observes la misma tinta imborrable.
Si algún día siento paz en esta mazmorra blindada de rabia y llanto, será por todos los abrazos, besos y actos de perdón con los que nos mantuvimos 4 décadas. No queda un hilo suelto, todo fue expresado tarde o temprano, o picándonos, o bromeando, gritando o riendo, pero nunca fingiendo. Enfadarse era tan saludable como reconciliarse luego con una buena tanda de empanadillas de morcilla de verano y pastelitos de espinacas. Así que no importaba enfadarnos con tal de q el culpable pagara su pena en cena lowcost.
Os envidio mucho, hermanos del planeta, no os curréis ser tan independientes, tan modernos, tan desapegados, tan budistas, tan zen... Nooooo, gran error. Amaos mucho y sed cómplices y guerreros inseparables es un mundo cada vez más atroz y desafiante.
Sin Samuel perdí, de mi entereza, toda una parte. La parte más compacta y tierna.
Todo el mundo debe saber lo importante que es con los hermanos bien llevarse.
Uno de los mayores regalos de la vida no puede desperdiciarse por malentendidos, traiciones y ambiciones. Se hace extensible a primos que logran ser como hermanos.
Siempre puedes encontrar una manera de arreglar las cosas, y ahora que el medio escrito es más usado, divertido y rápido que nunca, aproveche el tirón.
Me gustaría haber tenido más hermanos, si salgo de ésta y logra mi alma crecer en lugar de morir en el intento, hay muchas probabilidades de considerar muy cercanos a aquellos a los que en mis mejores tiempos ignoraría. Puede q ésa sea una de las duras lecciones que haya que aprender, ser mucho más amoroso con quien no compartes chupitos de sangre circundante.
Imaginemos entonces cómo debería ser nuestro amor con quienes si compartimos ese líquido venoso que funciona como el hilo rojo que no nos debe separar jamás.
Cuida a tu hermano o hermana, porque ni ella ni tú sois inmortales aunque ahora os lo parezca.
Nunca conocí a nadie con una energía tan bendecida y fuerte como la de Samuel, nunca se me pasó por el coco que fuera tan fácil y rápida su condición mortal, un tiempo concedido y sellado.
De tu alma gemela jamás te interesa su final, sólo piensas en a su vera planear.
Perdona a tu hernano, invítale a un vino si no le da por cantar opereta, en ese caso un cacaolat veggie será lo más, pues además de perdonarlo le mostrarías que estás puesto en lo ultimísimo. El cacaolat es legendario, me recuerda a nuestra deliciosa infancia, y ahora además, es más lista que antes y tiene versión vegana.
¿Te acuerdas, Samu, cuando papá nos compraba el batido en la confitería de Cabo de Palos y salíamos disparados de energía yo en patines y tú en bicicleta?
Perdona a tu hernano aunque el muy capullo te haya timado. No dejes que el tiempo pase y sin sentirle cerca, las palabras no dichas te disequen el corazón cuando el suyo sea ya de tierra.
NO, NO HAY TANTO TIEMPO COMO TÚ CREES. MI HERMANO HUBIERA PUESTO LA MANO EN EL FUEGO A QUE ESTARÍA AHORA DISFRUTANDO DE SUS VACACIONES, DE LAS OLAS, COMO LOCO DE ALEGRÍA POR TENER TODA UNA VIDA POR DELANTE REPLETA DE VERANOS ÚNICOS Y DESTELLANTES.
Todo lo que creemos es mentira, la verdad va muy por delante. Nunca la conocemos, nuestras pocas libertades están en la reconciliación de lo que parecía intocable.
Si no puedes perdonar a un hermano no te perdonarás a ti el día que te hieras y observes la misma tinta imborrable.
Si algún día siento paz en esta mazmorra blindada de rabia y llanto, será por todos los abrazos, besos y actos de perdón con los que nos mantuvimos 4 décadas. No queda un hilo suelto, todo fue expresado tarde o temprano, o picándonos, o bromeando, gritando o riendo, pero nunca fingiendo. Enfadarse era tan saludable como reconciliarse luego con una buena tanda de empanadillas de morcilla de verano y pastelitos de espinacas. Así que no importaba enfadarnos con tal de q el culpable pagara su pena en cena lowcost.
Os envidio mucho, hermanos del planeta, no os curréis ser tan independientes, tan modernos, tan desapegados, tan budistas, tan zen... Nooooo, gran error. Amaos mucho y sed cómplices y guerreros inseparables es un mundo cada vez más atroz y desafiante.
Sin Samuel perdí, de mi entereza, toda una parte. La parte más compacta y tierna.
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