Cuántos paseos y cuántos baños te quedaban, cuánta contemplación y serenidad en tu alma necesitabas. Y lo tenías a tu alcance.. pero en el último momento la luz esquivó tu presencia y te dejó en tinieblas.
Adiós serenidad para toda una famila. Sólo queda la mínima posibilidad de reconstruírse y de confiar de nuevo en un faro.
Adiós serenidad para toda una famila. Sólo queda la mínima posibilidad de reconstruírse y de confiar de nuevo en un faro.
Comentarios
Publicar un comentario