Querido Samu, tengo miedo de agotar las expresiones que me acerquen a ti. El vacío presiona todo los órganos y mi cerebro lucha por no ser uno más, por alzar la voz y salvar parte de su capacidad.
Lo único que me hace levantarme es escribirte que te quiero, pedir a Dios luz para tu descanso o evolución, y pedirle a los ángeles que me llenen de ti el corazón.
Necesito sentirte, el sufrimiento está multiplicando corazas que impiden que sigamos siendo uno. Con el miedo se me atraganta la posibilidad de ver los días sin ti. ¿Cómo puedo afrontar perder a alguien tan grande?
¿De qué o quién huías?¿Cuál fue tu dolor como para ir al encuentro de ese accidente?¿Quién o qué minó tu autoestima hasta fundir tu expansiva luz?
La vida misma con la ayuda de algunos miserables que nunca nombraré en este blog dedicado a tu belleza.
Porque mira que te parió tu madre guapo, dice la gordi que el ginecólogo te quería llevar, que sólo tenía niñas y que se quedó prendado contigo.
Sé que quieres que me pasen cosas bonitas y contártelas, siempre me animabas a que así lo creyera, que juntos conseguiríamos nuestro propósito.
Ahora mi único propósito es encontrar la manera de dejar de torturarme.
Me pregunto qué mal he podido hacer para recibir una experiencia tan atroz.
Yo, que de lo único q presumí en la vida es de no desear jamás el mal a nadie.
¿No será que la ley más poderosa de este mundo es que funciona del revés a una velocidad tan rápida que ni nos percatamos? Tal como su aceleradísima rotación, como si no fuera con nosotros.
Yo no quiero vivir en un mundo que funciona del revés, a ti tampoco te parecía un mundo digno la mayoría de veces. Pero el amor que sentías por los tuyos te hizo conectar con la alegría, los sueños y un futuro lleno de nuevas melodías eléctricas.
Tus defectos son los de todo el mundo, los universales,, nadie hacemos lo suficiente por cambiar este mundo del q nos quejamos.
Y no hacemos lo suficiente porque quedamos atrapados en nuestro micromundo. Como yo ahora, arrastrándome por casa sin entender el silencio mortificador de tu habitación en lugar de la guitarra eléctrica a toda pastilla. A veces te tocaba en la pared para q frenases tu subidón y yo pudiera escuchar mi música. Cómo necesito dar esos golpes es la pared con los que defender nuestro territorio musical.
¿Volveré alguna vez a la vida a través de la música? Nuestros animales me besan y quiero interpretarlo como un sí. Pero la señal que necesito para volver a creer en mí es tan inmensa que no tiene cabida en lo minúscula de mi forma.
Debo dejar de dañarme por creer que algo debí hacer mal para no ayudarte a generar una energía a tu altura, una energía maravillosa que te pusiera a salvo.
No soporto esta irreversibilidad que te viste todo los días de ente inaccesible.
Te amo, hermanico, cada día es más difícil no escuchar tu silbido en la escalera para que los animales salgan a tu encuentro. Eras alegría inminente, que nadie dude de tus ganas de seguir curioseando la vida que con tanto empeño te curraste.
Lo único que me hace levantarme es escribirte que te quiero, pedir a Dios luz para tu descanso o evolución, y pedirle a los ángeles que me llenen de ti el corazón.
Necesito sentirte, el sufrimiento está multiplicando corazas que impiden que sigamos siendo uno. Con el miedo se me atraganta la posibilidad de ver los días sin ti. ¿Cómo puedo afrontar perder a alguien tan grande?
¿De qué o quién huías?¿Cuál fue tu dolor como para ir al encuentro de ese accidente?¿Quién o qué minó tu autoestima hasta fundir tu expansiva luz?
La vida misma con la ayuda de algunos miserables que nunca nombraré en este blog dedicado a tu belleza.
Porque mira que te parió tu madre guapo, dice la gordi que el ginecólogo te quería llevar, que sólo tenía niñas y que se quedó prendado contigo.
Sé que quieres que me pasen cosas bonitas y contártelas, siempre me animabas a que así lo creyera, que juntos conseguiríamos nuestro propósito.
Ahora mi único propósito es encontrar la manera de dejar de torturarme.
Me pregunto qué mal he podido hacer para recibir una experiencia tan atroz.
Yo, que de lo único q presumí en la vida es de no desear jamás el mal a nadie.
¿No será que la ley más poderosa de este mundo es que funciona del revés a una velocidad tan rápida que ni nos percatamos? Tal como su aceleradísima rotación, como si no fuera con nosotros.
Yo no quiero vivir en un mundo que funciona del revés, a ti tampoco te parecía un mundo digno la mayoría de veces. Pero el amor que sentías por los tuyos te hizo conectar con la alegría, los sueños y un futuro lleno de nuevas melodías eléctricas.
Tus defectos son los de todo el mundo, los universales,, nadie hacemos lo suficiente por cambiar este mundo del q nos quejamos.
Y no hacemos lo suficiente porque quedamos atrapados en nuestro micromundo. Como yo ahora, arrastrándome por casa sin entender el silencio mortificador de tu habitación en lugar de la guitarra eléctrica a toda pastilla. A veces te tocaba en la pared para q frenases tu subidón y yo pudiera escuchar mi música. Cómo necesito dar esos golpes es la pared con los que defender nuestro territorio musical.
¿Volveré alguna vez a la vida a través de la música? Nuestros animales me besan y quiero interpretarlo como un sí. Pero la señal que necesito para volver a creer en mí es tan inmensa que no tiene cabida en lo minúscula de mi forma.
Debo dejar de dañarme por creer que algo debí hacer mal para no ayudarte a generar una energía a tu altura, una energía maravillosa que te pusiera a salvo.
No soporto esta irreversibilidad que te viste todo los días de ente inaccesible.
Te amo, hermanico, cada día es más difícil no escuchar tu silbido en la escalera para que los animales salgan a tu encuentro. Eras alegría inminente, que nadie dude de tus ganas de seguir curioseando la vida que con tanto empeño te curraste.
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