Disfrutamos ayer de una preciosa charla sobre inteligencia emocional de la mano y voz de Ana Peinado (y organizado por asociación VIKTOR FRANKL)
A Ana la conocimos cuando nos visitó en la asociación AMANECER, llenando el aforo como ayer.
Casi me convenció entonces la posibilidad que nos ofrecía de dulcificar el duelo y manejarlo con herramientas más ligeras que oscuras. Aunque nunca insistió en que eso fuera fácil, para ser sincera sí que encontré excesivo su insistencia en la alegría tratándose del peor trance por el que pasa el ser humano, perder lo màs amado.
Estábamos en los primeros meses de duelo y en ellos lo más curativo es gritar, llorar y no disfrazar la tristeza ni la rabia.
Pero aquel día, en conjunto, ya me gustó, porque me imaginé en el pasado, feliz sin esta ausencia aterradora, lo bonito que debía ser tener cerca a alguien tan positiva y con ese don para contagiarlo, era de las mejores cosas que podían ocurrirte.
Debido a esa parte que me pareció muy flowerpower para aplicarse a lo real, me surgieron dudas sobre cómo afrontar toda la tralla que me atravesaba. Le pedí una entrevista en audio, que me concedió enseguida y que podéis escuchar AQUÍ.
Después de bastante tiempo, ayer fuimos a escucharla por segunda vez en LOS MOLINOS DEL RÍO, dentro del programa de la ASOCIACIÓN DE VIKTOR FLANKL.
Ante las dudas de la primera charla, pude constatar que es una psicóloga que no vende el cuento de la magia, sino que crea sus propias pócimas e invita a chupitos.
Sin perder nunca su simpática calidez, y a la vez con mucha seriedad, nos recalcó la importancia de educarnos a nosotros mismos para poder ofrecer a nuestros pequeños (sean hijos o no) ayudas elementales (EL ELEMENTO, de KEN ROBINSON), almas inspiradas por y para lo que se ha nacido. Todo transmitido no de forma simbólica, sino con lo que se viene estudiando y desarrollando desde los años 80: los tipos de memoria, los tipos de inteligencia y las capacidades que ayudan a conectarnos con nuestra inteligencia emocional y con la de los demás.
Un ratito maravilloso, y no es una valoración aislada, mis dos compis salieron encantadas y agradecidas.
GRACIAS.
Ana recordó el gran efecto que tiene dar las gracias en cada detalle.
Para mí es el hechizo más poderoso.
Gracias, Ana Peinado, por hacer que parezca fácil lo que tanto nos complica la vida, gracias por redondearlo con algo tan íntimo como arcoiris de tu más allá.
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A Ana la conocimos cuando nos visitó en la asociación AMANECER, llenando el aforo como ayer.
Casi me convenció entonces la posibilidad que nos ofrecía de dulcificar el duelo y manejarlo con herramientas más ligeras que oscuras. Aunque nunca insistió en que eso fuera fácil, para ser sincera sí que encontré excesivo su insistencia en la alegría tratándose del peor trance por el que pasa el ser humano, perder lo màs amado.
Estábamos en los primeros meses de duelo y en ellos lo más curativo es gritar, llorar y no disfrazar la tristeza ni la rabia.
Pero aquel día, en conjunto, ya me gustó, porque me imaginé en el pasado, feliz sin esta ausencia aterradora, lo bonito que debía ser tener cerca a alguien tan positiva y con ese don para contagiarlo, era de las mejores cosas que podían ocurrirte.
Debido a esa parte que me pareció muy flowerpower para aplicarse a lo real, me surgieron dudas sobre cómo afrontar toda la tralla que me atravesaba. Le pedí una entrevista en audio, que me concedió enseguida y que podéis escuchar AQUÍ.
Después de bastante tiempo, ayer fuimos a escucharla por segunda vez en LOS MOLINOS DEL RÍO, dentro del programa de la ASOCIACIÓN DE VIKTOR FLANKL.
Ante las dudas de la primera charla, pude constatar que es una psicóloga que no vende el cuento de la magia, sino que crea sus propias pócimas e invita a chupitos.
Sin perder nunca su simpática calidez, y a la vez con mucha seriedad, nos recalcó la importancia de educarnos a nosotros mismos para poder ofrecer a nuestros pequeños (sean hijos o no) ayudas elementales (EL ELEMENTO, de KEN ROBINSON), almas inspiradas por y para lo que se ha nacido. Todo transmitido no de forma simbólica, sino con lo que se viene estudiando y desarrollando desde los años 80: los tipos de memoria, los tipos de inteligencia y las capacidades que ayudan a conectarnos con nuestra inteligencia emocional y con la de los demás.
Un ratito maravilloso, y no es una valoración aislada, mis dos compis salieron encantadas y agradecidas.
GRACIAS.
Ana recordó el gran efecto que tiene dar las gracias en cada detalle.
Para mí es el hechizo más poderoso.
Gracias, Ana Peinado, por hacer que parezca fácil lo que tanto nos complica la vida, gracias por redondearlo con algo tan íntimo como arcoiris de tu más allá.
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