Es muy abrumador. Nos fotografiamos con nuestros seres queridos para inmortalizar maravillosos momentos, pero curiosamente sin pensar que nuestros seres más amados y más jóvenes sean mortales. Cuando lo inimaginable sucede, son esas fotos y esos vídeos q tan alegre y despreocupadamente hicimos, las únicas pruebas físicas de que realmente compartimos un «mismo plano».
Lo hagas público, o lo atesores en privado no dejes de inmortalizar recuerdos gráficos. Porque la memoria son como las palabras y los cuerpos, todo se lo lleva el viento.
Raquel Bermúdez, para hermano y Padre.
Lo hagas público, o lo atesores en privado no dejes de inmortalizar recuerdos gráficos. Porque la memoria son como las palabras y los cuerpos, todo se lo lleva el viento.
Raquel Bermúdez, para hermano y Padre.
Que razón tienes Raquel. Siempre fui la "pesada" de las fotos. Mis hijos, de pequeños solían ponerme caras raras para estropearme el momento. "Jo, mamá" y la fotos salían con una mano tapándose los ojos, o sacándome la lengua en señal de protesta. Ya me mayores, tampoco les hacía mucha gracia, pero consentían por no molestarme.
ResponderEliminarMe pasaba horas y horas recopilando fotos y creando álbumes de cada uno de nuestros viajes juntos
Ahora, esas fotos son mi tesoro.
Marisa, es la memoria gráfica como prueba irrefutable de que existimos unidos. Sólo cuando estamos en cualquier tipo de duelo comprobamos el valor de la inmortalización.
ResponderEliminarMil besos, mil abrazos.