En nuestro amor por los directos, nos faltó ir juntos a uno de Fito, algo pendiente para lo que creíamos que tendríamos todos los siglos del loco mundo por delante.
Insosteniblemente macabro fue cuando, uno de los viernes en los que me arrastraba hacia el taller del duelo en la casa de EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA, tras una cerveza y un orfidal para descongelar mi sólida sangre, posicionados como estábamos los muertos vivientes en el caserón junto a la plaza de toros, tocaba ese viernes FITO, desde la puerta del caserón veíamos los carteles, el ambiente, las camisetas y todos los fans dispuestos a vivir una gran noche. La rabia más incomprendida y desconocida por mi organismo atacó mis órganos hasta volver a congelar todo líquido interior. Miré a mi compañera del taller, mi Rosita, y no hizo falta decirnos demasiado. Las dos deseábamos estar dentro de la plaza abrazadas y saltando con nuestros resucitados.
Ir a los grupos de duelo, por duro que resulte, es importante para diluir por minutos el veneno de la rabia. Al mirarnos, la compasión por el otro, hace que la rabia maldita torne a tristeza asfixiante, al menos se baja un cuarto de grado en el sufrimiento.
Esta noche he recordado el concierto porque hace una hora mamá se ha equivocado al cambiar de canal y ha puesto uno de radio, ha sonado Fito y he sentido que era una señal que me querías cantar.
Te amo, peque, no sé qué hacer ya para desquererte un ratito.
Puede ser que la respuesta sea no preguntarse por qué,
perderse por los bares
donde se bebe sin sed.
Virgen de la locura
nunca más te voy a rezar
que me he enterado´
de los pecados que me quieres quitar.
Será mas divertido
cuando no me toque perder,
sigo apostando al 5
y cada 2 por 3 sale 6.
Yo bailaría contigo
pero es que estoy sordo de un pie.
Soñaré solo porque me he quedado dormido.
No voy a despertarme porque salga el sol,
ya sé llorar una vez por cada vez que río,
no sé restar...
no se restar tu mitad a mi corazón.
Ha sido divertido
me equivocaría otra vez,
quisiera haber querido
lo que no he sabido querer.
Quieres bailar conmigo
puede que te pise los pies.
Soñaré solo porque me he quedado dormido.
No voy a despertarme porque salga el sol,
ya sé llorar una vez por cada vez que río,
no sé restar...
no sé restar tu mitad a mi corazón...
no sé restar...
tu mitad a mi corazón,
no se restar tu mitad a mi corazón.
Insosteniblemente macabro fue cuando, uno de los viernes en los que me arrastraba hacia el taller del duelo en la casa de EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA, tras una cerveza y un orfidal para descongelar mi sólida sangre, posicionados como estábamos los muertos vivientes en el caserón junto a la plaza de toros, tocaba ese viernes FITO, desde la puerta del caserón veíamos los carteles, el ambiente, las camisetas y todos los fans dispuestos a vivir una gran noche. La rabia más incomprendida y desconocida por mi organismo atacó mis órganos hasta volver a congelar todo líquido interior. Miré a mi compañera del taller, mi Rosita, y no hizo falta decirnos demasiado. Las dos deseábamos estar dentro de la plaza abrazadas y saltando con nuestros resucitados.
Ir a los grupos de duelo, por duro que resulte, es importante para diluir por minutos el veneno de la rabia. Al mirarnos, la compasión por el otro, hace que la rabia maldita torne a tristeza asfixiante, al menos se baja un cuarto de grado en el sufrimiento.
Esta noche he recordado el concierto porque hace una hora mamá se ha equivocado al cambiar de canal y ha puesto uno de radio, ha sonado Fito y he sentido que era una señal que me querías cantar.
Te amo, peque, no sé qué hacer ya para desquererte un ratito.
ME EQUIVOCARÍA OTRA VEZ
Se torció el camino
tú ya sabes que no puedo volver.
Son cosas del destino,
siempre me quiere morder.
El horizonte se confunde
con un negro telón
y puede ser...
como decir que se acabó la función.
Ha sido divertido
me equivocaría otra vez,
quisiera haber querido
lo que no he sabido querer.
Quieres bailar conmigo,
puede que te pise los pies.
Soñaré solo porque me he quedado dormido.
No voy a despertarme porque salga el sol;
ya sé llorar una vez por cada vez que río,
no sé restar...
no se restar tu mitad a mi corazón.
tú ya sabes que no puedo volver.
Son cosas del destino,
siempre me quiere morder.
El horizonte se confunde
con un negro telón
y puede ser...
como decir que se acabó la función.
Ha sido divertido
me equivocaría otra vez,
quisiera haber querido
lo que no he sabido querer.
Quieres bailar conmigo,
puede que te pise los pies.
Soñaré solo porque me he quedado dormido.
No voy a despertarme porque salga el sol;
ya sé llorar una vez por cada vez que río,
no sé restar...
no se restar tu mitad a mi corazón.
Puede ser que la respuesta sea no preguntarse por qué,
perderse por los bares
donde se bebe sin sed.
Virgen de la locura
nunca más te voy a rezar
que me he enterado´
de los pecados que me quieres quitar.
Será mas divertido
cuando no me toque perder,
sigo apostando al 5
y cada 2 por 3 sale 6.
Yo bailaría contigo
pero es que estoy sordo de un pie.
Soñaré solo porque me he quedado dormido.
No voy a despertarme porque salga el sol,
ya sé llorar una vez por cada vez que río,
no sé restar...
no se restar tu mitad a mi corazón.
Ha sido divertido
me equivocaría otra vez,
quisiera haber querido
lo que no he sabido querer.
Quieres bailar conmigo
puede que te pise los pies.
Soñaré solo porque me he quedado dormido.
No voy a despertarme porque salga el sol,
ya sé llorar una vez por cada vez que río,
no sé restar...
no sé restar tu mitad a mi corazón...
no sé restar...
tu mitad a mi corazón,
no se restar tu mitad a mi corazón.
Comentarios
Publicar un comentario