Hola, mi pequeño tesoro de espalda infinita.
Vengo a recordarte que tu amadísimo Parri sigue paseando por el barrio y sigue comiendo esos huesitos que tan feliz te hacía dárselos por la locura que monta nada más sospechar que el paquete de golosinas está cerca.
Intento cambiar el recorrido, aunque sea modificar una callejuela, para no hacer exactamente la misma ruta que contigo, es letal para mi espíritu ver los mismos sitios a solas, aunque cuando salgo a pasear a los bichis tengo la sensación de que vas al lado y me pones el brazo sobre el hombro, como hacías de broma para reírnos de que los demás nos vieran como pareja. A mí me daba corte y al final optaba por quitarte con delicadeza el brazo. Entre otras cosas porque te pesa, y tenía la sensación de que aprovechabas la broma para dejar el peso sobre mí, tan cansado y hastiado te dejaba ese trabajo.
Ayer paseando por el infante conocí a Nut, una perrita canela minúscula y enérgica como ella solica. Me paré a sobarla, y me encontré con una dueña muy agradable que me daba conversación, me contó q es el nombre de una diosa egipcia, personificación del cielo, madre de los dioses y creadora del universo y los astros, total ná. Me ocurre q hay un perfil determinado con el q suelo intuir que tienen relación con algún área de la sanidad, le pregunté y así era.
La señora P. trabaja en un hospital murciano y ama a los animales, tiene una gata de la protectora Párraga, y su hijo ha rescatado a una perra tamaño grande y ya con 9 años que, por supuesto, nadie, con esas características, quería adoptar. Hablando y hablando..., le conté mi historia, por si ella fuera un ángel. No voy contándolo cada vez q conozco a alguien, más bien al contrario, mi ego odia q me miren con pena, pero no pienso desaprovechar si un encuentro puede aportarme algo. Se le transformó el gesto, me apretó el brazo, me dijo q era imposible ponerse en mi piel y me contó que tras la muerte de su padre el hundimiento fue tan abismal que necesitó tratamiento psiquiátrico, y que eso le ayudó. Me preguntó dónde vivía y me dijo dónde vivía ella, tal vez no la vea más porque no me gusta buscar ni forzar. Tiendo a aislarme. Pero la vuelva a ver o no me acordaré siempre de una señora que había conocido el infierno y que, siendo lo suficientemente mayor para presumir de nieto, había vuelto a ser feliz, tanto que cada vez que venía a España The Boss iba a verlo con amigos y volvía con el alma exuberante y las piernas descolocadas. Y seguía con la ilusión de seguir haciéndolo por muchos años que cumpliera.
Yo llevaba mi camiseta de Depeche Mode, del concierto en Torrevieja de hace mil años con Second como teloneros, se la mostré.
-Me encantaba ir de conciertos con mi hermano, creo que es lo más chulo y mágico que se puede hacer con la familia, no hay recuerdos mejores. Dos años después de Depeche bailé a pocos metros de mi adorada Madonna gracias a mi Samuel. Para mí ella es como para ti Bruce Springsteen.
-Volverás a disfrutar de los conciertos, Raquel
-No, eso ya es imposible...me conformaría con hallar algo de paz, con perder este terror a todo lo que se mueve. Espero que Dios me ayude, rezo sin parar. Sin parar, sin parar.
-En eso la música también te puede ayudar igual que antes te hacía feliz. Yo no soy creyente, yo le enciendo velas a Bruce, él me da toda su energía.
-Bendito sea cualquier recurso que ayude, eso también puede ser religión. Hasta otra, Nut!!
-Hasta luego, Parri !
Vengo a recordarte que tu amadísimo Parri sigue paseando por el barrio y sigue comiendo esos huesitos que tan feliz te hacía dárselos por la locura que monta nada más sospechar que el paquete de golosinas está cerca.
Intento cambiar el recorrido, aunque sea modificar una callejuela, para no hacer exactamente la misma ruta que contigo, es letal para mi espíritu ver los mismos sitios a solas, aunque cuando salgo a pasear a los bichis tengo la sensación de que vas al lado y me pones el brazo sobre el hombro, como hacías de broma para reírnos de que los demás nos vieran como pareja. A mí me daba corte y al final optaba por quitarte con delicadeza el brazo. Entre otras cosas porque te pesa, y tenía la sensación de que aprovechabas la broma para dejar el peso sobre mí, tan cansado y hastiado te dejaba ese trabajo.
Ayer paseando por el infante conocí a Nut, una perrita canela minúscula y enérgica como ella solica. Me paré a sobarla, y me encontré con una dueña muy agradable que me daba conversación, me contó q es el nombre de una diosa egipcia, personificación del cielo, madre de los dioses y creadora del universo y los astros, total ná. Me ocurre q hay un perfil determinado con el q suelo intuir que tienen relación con algún área de la sanidad, le pregunté y así era.
La señora P. trabaja en un hospital murciano y ama a los animales, tiene una gata de la protectora Párraga, y su hijo ha rescatado a una perra tamaño grande y ya con 9 años que, por supuesto, nadie, con esas características, quería adoptar. Hablando y hablando..., le conté mi historia, por si ella fuera un ángel. No voy contándolo cada vez q conozco a alguien, más bien al contrario, mi ego odia q me miren con pena, pero no pienso desaprovechar si un encuentro puede aportarme algo. Se le transformó el gesto, me apretó el brazo, me dijo q era imposible ponerse en mi piel y me contó que tras la muerte de su padre el hundimiento fue tan abismal que necesitó tratamiento psiquiátrico, y que eso le ayudó. Me preguntó dónde vivía y me dijo dónde vivía ella, tal vez no la vea más porque no me gusta buscar ni forzar. Tiendo a aislarme. Pero la vuelva a ver o no me acordaré siempre de una señora que había conocido el infierno y que, siendo lo suficientemente mayor para presumir de nieto, había vuelto a ser feliz, tanto que cada vez que venía a España The Boss iba a verlo con amigos y volvía con el alma exuberante y las piernas descolocadas. Y seguía con la ilusión de seguir haciéndolo por muchos años que cumpliera.
Yo llevaba mi camiseta de Depeche Mode, del concierto en Torrevieja de hace mil años con Second como teloneros, se la mostré.
-Me encantaba ir de conciertos con mi hermano, creo que es lo más chulo y mágico que se puede hacer con la familia, no hay recuerdos mejores. Dos años después de Depeche bailé a pocos metros de mi adorada Madonna gracias a mi Samuel. Para mí ella es como para ti Bruce Springsteen.
-Volverás a disfrutar de los conciertos, Raquel
-No, eso ya es imposible...me conformaría con hallar algo de paz, con perder este terror a todo lo que se mueve. Espero que Dios me ayude, rezo sin parar. Sin parar, sin parar.
-En eso la música también te puede ayudar igual que antes te hacía feliz. Yo no soy creyente, yo le enciendo velas a Bruce, él me da toda su energía.
-Bendito sea cualquier recurso que ayude, eso también puede ser religión. Hasta otra, Nut!!
-Hasta luego, Parri !
Comentarios
Publicar un comentario