Mi tesoro de espalda infinita..., medio año sin abrazarte y sin darnos besos de gnomo.
¿Cómo he podido aguantar tanto tiempo sin tu sonrisa de pillo?
De menos lo echo TODO DE TI. Pero lo que más, cuando llegabas del curro a las 2 y entrabas a mi habitación.
¿QUÉ HACES, HERMANA?¿SACAMOS A LOS CHIQUITINES?
Me vuelvo loca cuando pienso que esa proposición está muerta. Que no tengo siquiera otro hermano que quiera hacer el imposible amago de sustitución.
A veces los sacábamos de inmediato, otras esperabas unos minutos a q yo terminara mi tabla de gimnasia bajo las órdenes de la mejor música remember. Era entonces cuando más me hacías reír, empezabas a bailar y saltar recreando con mucha coña los bailes que se veían en la ruta noventera. Sin decir una palabra lograbas que yo te siguiera el paso y nos tirábamos un rato desvariando, riéndonos del poco sentido del ridículo que teníamos el uno con el otro. Bailar y reírse conjuntamente es el mejor deporte del mundo.
Hasta que mamá se asomaba con su DEJAD DE HACER EL TONTO Y SACAD A LOS PERROS QUE TAMBIÉN QUIEREN BRINCAR.
¿Por qué nunca sospechamos que aquella mágica complicidad saltaría por los aires? ¿Acaso un soldado sospecha cuando va a pisar una mina?
Estamos en guerra.
Creemos que los peores conflictos se dan entre países lejanos. Pero la vida es una batalla en la que tarde o temprano se pisa la mina.
Y la mente se te pondrá chula, te pedirá explicaciones día y noche, te culpará, te gritará sin descanso: ¿Cómo no fuiste capaz de esquivarla?, ¿cómo fuiste tan torpe?,¿cómo tan inocente de no saber que hay minas para todos y en todo lugar?
Tú corazón le responderá a la mente que ya habías pisado otras minas hacía muy poco, que estabas seguro de que la guerra había acabado quedando la zona limpia, que el universo te protegía por el esfuerzo, por el gran trabajo realizado.
Oirás a tu propia mente reírse a carcajadas, tendrá tan poca piedad de ti que no darás crédito a que sea tuya. Para acallarla, para resistir aunque sea un día más, tendrás que agarrarte a tu corazón con una fuerza que jamás supiste tener. Pondrás las dos manos sobre tu latido, creerás que te observa un antepasado, un ángel o una luz de brillo púrpura..., lo que tu imaginación mejor alcance. Y si dejas de escuchar al pensamiento y atiendes a lo invisible, acabarás por presentir lo corto que es el viaje aquí, y lo interminable que es el amor, que en este solo viaje no cabe. Que reencontrarse en ese otro lado que la razón no entiende pueda ser tan natural como nacer en éste.
Ese día compartiremos, de nuevo, una exquisita pizza. O el equivalente de ese lujo en el cielo.
¿Cómo he podido aguantar tanto tiempo sin tu sonrisa de pillo?
De menos lo echo TODO DE TI. Pero lo que más, cuando llegabas del curro a las 2 y entrabas a mi habitación.
¿QUÉ HACES, HERMANA?¿SACAMOS A LOS CHIQUITINES?
Me vuelvo loca cuando pienso que esa proposición está muerta. Que no tengo siquiera otro hermano que quiera hacer el imposible amago de sustitución.
A veces los sacábamos de inmediato, otras esperabas unos minutos a q yo terminara mi tabla de gimnasia bajo las órdenes de la mejor música remember. Era entonces cuando más me hacías reír, empezabas a bailar y saltar recreando con mucha coña los bailes que se veían en la ruta noventera. Sin decir una palabra lograbas que yo te siguiera el paso y nos tirábamos un rato desvariando, riéndonos del poco sentido del ridículo que teníamos el uno con el otro. Bailar y reírse conjuntamente es el mejor deporte del mundo.
Hasta que mamá se asomaba con su DEJAD DE HACER EL TONTO Y SACAD A LOS PERROS QUE TAMBIÉN QUIEREN BRINCAR.
¿Por qué nunca sospechamos que aquella mágica complicidad saltaría por los aires? ¿Acaso un soldado sospecha cuando va a pisar una mina?
Estamos en guerra.
Creemos que los peores conflictos se dan entre países lejanos. Pero la vida es una batalla en la que tarde o temprano se pisa la mina.
Y la mente se te pondrá chula, te pedirá explicaciones día y noche, te culpará, te gritará sin descanso: ¿Cómo no fuiste capaz de esquivarla?, ¿cómo fuiste tan torpe?,¿cómo tan inocente de no saber que hay minas para todos y en todo lugar?
Tú corazón le responderá a la mente que ya habías pisado otras minas hacía muy poco, que estabas seguro de que la guerra había acabado quedando la zona limpia, que el universo te protegía por el esfuerzo, por el gran trabajo realizado.
Oirás a tu propia mente reírse a carcajadas, tendrá tan poca piedad de ti que no darás crédito a que sea tuya. Para acallarla, para resistir aunque sea un día más, tendrás que agarrarte a tu corazón con una fuerza que jamás supiste tener. Pondrás las dos manos sobre tu latido, creerás que te observa un antepasado, un ángel o una luz de brillo púrpura..., lo que tu imaginación mejor alcance. Y si dejas de escuchar al pensamiento y atiendes a lo invisible, acabarás por presentir lo corto que es el viaje aquí, y lo interminable que es el amor, que en este solo viaje no cabe. Que reencontrarse en ese otro lado que la razón no entiende pueda ser tan natural como nacer en éste.
Ese día compartiremos, de nuevo, una exquisita pizza. O el equivalente de ese lujo en el cielo.
Comentarios
Publicar un comentario