Intento que el blog no se ciña como una segunda piel a mi exacta realidad emocional, de ser así nada bueno podría aportar.
Pero quiero ser honesta y recordar, siempre que lo necesite, que este blog, pasados esos primeros meses en los q no podía escribir más q del abominable dolor, no describirá como trama principal la tortura cotidiana aunque la haya.
Apartarla por momentos no es ni autoengaño ni edulcoración del blog.
No sería bueno ni para mí ni para ti usar la escritura para UN GUIÓN DEL DOLOR.
Centro la esperanza en publicar motas de luz que consigo amar en versión fugaz: animales, lecturas, paseos, encuentros con personas sanadoras, películas, y esos días q logro poner la música alta y bailar saltando como antes hacía a diario. No tener alegría para danzar destroza mi ser más real.
Y es ese destrozo el que intento mostrar menos y recomponerlo más. No siempre lo logro.
Seguiré escribiendo sobre descubrimientos mientras me conceda a mí misma otro sol naciente.
Y tú que me lees sospecharás la oscuridad extra tras bambalinas.
Y, si el Dios de los universos no alcanzables y mi pequeño dios llegan a tocarse con la punta de los dedos, tal vez, mientras me lees, lo que sospeches un día sea que he vuelto a bailar sin terror, con mis seres vivos y postvivos siguiendo con palmas el ritmo, como hacíamos en nuestras inmortales noches noventeras. Embriagados con un VAMOSSSS, borrachos de un OLEOLEEE o un TOMAAAA YAA como si nuestro amor por la música fuera una segunda pista que pudiera acoplarse a la felicidad por la electrónica, por el rock, por el postpunk, por el remember...
Al final te decantaste por la guitarra heavy, y nunca sabré si tanta letra desconcertante fue parte de la distorsión. Yo prefiero la música que hace saltar de alegría y no de furia. Sin embargo, entre mis mejores recuerdos está haber visto contigo a Megadeth y Motorhead. Aunq por encima de ello está nuestro latido en conciertos de Madonna, Depeche Mode, The Chemical Brothers, The Mission, The Cult, The Doors...
QUIERO DESAPEARME DE MI HISTORIA CUANDO LLORO EL FINAL DE NUESTRA LISÉRGICA Y A LA VEZ PURA COMPLICIDAD.
Pero lucho con la rabia más encarnizada para no convertirte en mi verdugo.
Las motas de luz me hacen creer unos segundos en Los Ramones y sus milagros, en la Virgen y en sus puntazos.
Bailar con nuestros vivos y postvivos es lo que podría salvarnos.
Pero quiero ser honesta y recordar, siempre que lo necesite, que este blog, pasados esos primeros meses en los q no podía escribir más q del abominable dolor, no describirá como trama principal la tortura cotidiana aunque la haya.
Apartarla por momentos no es ni autoengaño ni edulcoración del blog.
No sería bueno ni para mí ni para ti usar la escritura para UN GUIÓN DEL DOLOR.
Centro la esperanza en publicar motas de luz que consigo amar en versión fugaz: animales, lecturas, paseos, encuentros con personas sanadoras, películas, y esos días q logro poner la música alta y bailar saltando como antes hacía a diario. No tener alegría para danzar destroza mi ser más real.
Y es ese destrozo el que intento mostrar menos y recomponerlo más. No siempre lo logro.
Seguiré escribiendo sobre descubrimientos mientras me conceda a mí misma otro sol naciente.
Y tú que me lees sospecharás la oscuridad extra tras bambalinas.
Y, si el Dios de los universos no alcanzables y mi pequeño dios llegan a tocarse con la punta de los dedos, tal vez, mientras me lees, lo que sospeches un día sea que he vuelto a bailar sin terror, con mis seres vivos y postvivos siguiendo con palmas el ritmo, como hacíamos en nuestras inmortales noches noventeras. Embriagados con un VAMOSSSS, borrachos de un OLEOLEEE o un TOMAAAA YAA como si nuestro amor por la música fuera una segunda pista que pudiera acoplarse a la felicidad por la electrónica, por el rock, por el postpunk, por el remember...
Al final te decantaste por la guitarra heavy, y nunca sabré si tanta letra desconcertante fue parte de la distorsión. Yo prefiero la música que hace saltar de alegría y no de furia. Sin embargo, entre mis mejores recuerdos está haber visto contigo a Megadeth y Motorhead. Aunq por encima de ello está nuestro latido en conciertos de Madonna, Depeche Mode, The Chemical Brothers, The Mission, The Cult, The Doors...
QUIERO DESAPEARME DE MI HISTORIA CUANDO LLORO EL FINAL DE NUESTRA LISÉRGICA Y A LA VEZ PURA COMPLICIDAD.
Pero lucho con la rabia más encarnizada para no convertirte en mi verdugo.
Las motas de luz me hacen creer unos segundos en Los Ramones y sus milagros, en la Virgen y en sus puntazos.
Bailar con nuestros vivos y postvivos es lo que podría salvarnos.
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