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Mostrando entradas de febrero, 2019

Bailar con los postvivos

Intento que el blog no se ciña como una segunda piel a mi exacta realidad emocional, de ser así nada bueno podría aportar. Pero quiero ser honesta y recordar, siempre que lo necesite, que este blog, pasados esos primeros meses en los q no podía escribir más q del abominable dolor, no describirá como trama principal la tortura cotidiana aunque la haya. Apartarla por momentos no es ni autoengaño ni edulcoración del blog. No sería bueno ni para mí ni para ti usar la escritura para UN GUIÓN DEL DOLOR.  Centro la esperanza en publicar motas de luz que consigo amar en versión fugaz: animales, lecturas, paseos, encuentros con personas sanadoras, películas, y esos días q logro poner la música alta y bailar saltando como antes hacía a diario. No tener alegría para danzar destroza mi ser más real. Y es ese destrozo el que intento mostrar menos y recomponerlo más. No siempre lo logro. Seguiré escribiendo sobre descubrimientos mientras me conceda a mí misma otro sol naciente. Y tú que

Nuestro Hogar

La hipersensibilidad te hace disfrutar de todos los sutiles matices, cada detalle tiene su textura maravilladora. Hasta que llega la sacudida de lo inimaginable. Tendrás q luchar por abandonar la mente hasta concertar un pacto con tus sentidos. La hipersensibilidad es un lujo que tu economía emocional ya no puede permitirse; tiene que transformarse en algo más grande, hiperconsciencia, hiperamor. Daría todo por tenerte, fluir como antes sin más historia que un largo paseo que se agarra a nuestros perros. Pero es imposible, no puede ser. A cambio paseo con ellos y sin ti, escucho atentamente a quienes me quieren, leo mucho, escribo, le hago la pelota a mi mente para que me invite a quererme un ratito, veo películas para colarme en otras estancias. Como nos recomendó ANA PEINADO vi «Nuestro Hogar». Y dejé que mi ignorancia recibiera el calor de un posible misterio. Ni siquiera la palabra misterio puede designar lo que habrá, no podemos describirlo con nuestra expresión; pero las i

El camino de las lágrimas y los plagios del dolor

Por algún torpe prejuicio me estaba resistiendo a leer a Bucay. He leído muchos libros y artículos sobre duelo más actuales que El Camino de las lágrimas, creyendo que lo que dijera este autor podía estar desfasado, que fórmulas novedosas encontraría para localizar la salida de emergencia del infierno. Ojalá nada hubiera ocurrido en mi vida como para hacer este redescubrimiento que seguro otros dolientes ya descubrieron antes: un disparate de escritos plagian El Camino de las Lágrimas, expresando como propio y casi sin cambiar una coma lo que aquí aparece desde hace casi 20 años. Tal vez, al ser el duelo un tema tan sumamente sensible, tan íntimo y triturador, su autor prefiera hacer la vista gorda y asumir que se logra un beneficio mayor al perjuicio personal. Total, al final se trata de ayudar a personas que estamos entre la vida y la postmortem, un espacio donde nadie se dejaría la piel por tener derechos de autor. Tantas gracias, Bucay.

Ana Peinado - Entrevista

  ANA PEINADO , Doctora en Psicología, Máster en Sistemas de Gestión y Máster en Investigación de Psicología Aplicada. A dministradora del grupo de facebook “Educar con Inteligencia Emocional” que cuenta con más de 100.000 miembros. Conocimos la sensibilidad y la propia experiencia del duelo de Ana gracias a una charla que ofreció para la asociación AMANECER. Aquí una pequeña entrevista que, tan generosamente, me ha concedido para ayudarnos a que los sentimientos puedan teñirse algún día de otros colores más vistosos. -¿Qué trabajo personal o en equipo le enriqueció más para desarrollar Resiliencia? -Lecturas transformadoras. -Película o documental que pueda refrescar tanto un espíritu libre como un espíritu que no encuentre salida. -Cuando no puedo resistir más, leo a Viktor Frankl. Me impresiona este psiquiatra al que leí mucho antes de que el tsunami me devastara, cómo imaginar lo mucho que lo necesitaría después. Creo que para aguantar esos infiernos, además de contar

No sé restar tu mitad a mi corazón

En nuestro amor por los directos, nos faltó ir juntos a uno de Fito, algo pendiente para lo que creíamos que tendríamos todos los siglos del loco mundo por delante. Insosteniblemente macabro fue cuando, uno de los viernes en los que me arrastraba hacia el taller del duelo en la casa de EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA, tras una cerveza y un orfidal para descongelar mi sólida sangre, posicionados como estábamos los muertos vivientes en el caserón junto a la plaza de toros, tocaba ese viernes FITO, desde la puerta del caserón veíamos los carteles, el ambiente, las camisetas y todos los fans dispuestos a vivir una gran noche. La rabia más incomprendida y desconocida por mi organismo atacó mis órganos hasta volver a congelar todo líquido interior. Miré a mi compañera del taller, mi Rosita, y no hizo falta decirnos demasiado. Las dos deseábamos estar dentro de la plaza abrazadas y saltando con nuestros resucitados. Ir a los grupos de duelo, por duro que resulte, es importante para diluir por

Nuestro Kuko, tu Fúyur

Sam, te mandamos esta postal con todo el amor del que un corazón es capaz. Capaz aún de latir, por inaudito que me parezca. Por deseos que tenga de pararlo y quede como el tuyo. Aún late. Y lo cobijo en mamá y en nuestros animales, en lo que más amábamos juntos, multiplicando por dos lo que nunca debió multiplicarse por cero. Es imposible creer que no estés aquí para creer en nuestro cariño, es imposible creer nada, ni siquiera en el vacío, en los ceros, ni siquiera en los números. Se extinguen las ciencias exactas.