Añorado Sam...
Hoy es una mañana lluviosa en la que me he vuelto a levantar.
Me impresiona ser capaz de levantarme, no se corresponde en nada con la agónica energía de mis emociones.
Lo primero que hago es ponerle el desayuno a Maddy, como recordarás, este tesoro que rescataste del motor de nuestro coche es un gati muy glotón, tengo que darle un pienso especial caro para cuidar el tracto urinario. Cuando te fuiste volvió a ocurrirle lo mismo que cuando enfermó papá: no podía hacer pipí. En el veterinario lo sondaron y vaciaron, de ahora en adelante sólo puede tomar pienso y latitas HILL‘s.
De Kuko te cuento que cumplirá los 16 y va perdiendo la vista, aunque yo aún lo encuentro bastante fuerte. Sin embargo, vuestra marcha le pasó factura. Tras irte, ya al día siguiente, de forma inmediata, dejó de subirse al sofá, es decir, dejó de saltar. La última vez que lo vi en el sofá fue contigo, ambos cómodamente estirados viendo la tele semanas antes del fatídico día, os eché una foto. Me daña verla, ésa y todas.
Parri, con sus cuatro añitos, está juguetón y feliz, creo que es el menos afectado, aunque mira mucho por la ventana y ladra con rabia cuando escucha la puerta de abajo y tú no subes.
RABIA.
MUCHA RABIA.
¿Cuántas vacunas anuales necesitaré para que la rabia no me mate?
Tras atenderlos y dar un abrazo de buenos días a mamá, las lágrimas comienzan a caer de forma automática. Desayuno un plátano, frutos secos y una tostada de aceita de oliva. Gracias a Dios no perdí el apetito, aunque no como tan bien y placenteramente como cuando era feliz. Los tauro disfrutamos mucho con los placeres cotidianos, podemos ser una explosión de júbilo con un plato de comida casera, una taza de chocolate puro y una cómoda cama en la que dormir más de 9 horas.
¿Dónde ha ido a parar ser feliz en formato básico?
La tercera cosa que hago son estiramientos y respiraciones. Me observo desde fuera esforzándome mientras lloro, me veo absurda, me juzgo.
Actualizo los anuncios de mis diseños en camisetas, los trabajos que realicé cuando tu vivías, la página promocionando mis camisetas en facebook la tengo parada, ni se me ocurre diseñar nada nuevo, bastante esfuerzo me supone mover lo que tengo en stock. No creo en mí. Aun así, como soy tenaz, ni una sola mañana dejo de hacer mis ejercicios de inglés con una aplicación gratuita muy buena llamada DUOLINGO.
Acabo la mañana limpiando, saliendo a comprar o entrando en youtube para descubrir algún vídeo de superación que me haga sentir menos miserable.
Por la tarde iré a la piscina de los titos y pasearé a los perris sola o con algún amigo.
Sencillas actividades que encuentro tan vacías y asfixiantes sin ti que no asumo como rutina. Es decir, pienso que sólo LAS HARÉ HOY, que mañana tal vez yo tampoco esté aquí, habré despertado de esta ensoñación maldita y descansaré en parajes donde nadie jamás experimentó la farsa vital y el letal miedo.
Cada día lo pienso así: SÓLO POR HOY.
Así he aguantado 6 meses.
No es un día más que me concedo a mí misma, pues más q persona soy un robot con conciencia de rabia. Es un día más que concedo a mi madre, a mis animales y a quienes me aman. Hago un esfuerzo sobre-robótico para no añadir más daño a sus vidas. Cualquiera intentaría convencerme de que esto es una muestra de amor por mi entorno. Pero no, cuando uno se odia a sí mismo no puede derivar pureza en el otro.
AÚN SIENTO QUE PODRÍA HABER CAMBIADO TU DESTINO.
Una vez lo hice, te desmayaste en el aseo, estabas malito y perdiste el conocimiento. Nadie se dio cuenta de que estabas tirado en el suelo y pasaba el tiempo con una posición imposible por tu altura en tan pequeño hueco tras la puerta. Te descubrí, abrí el grifo de la ducha y te empapé y bofeteé hasta hacerte regresar. Años después, con un beso me lo recordarías: «Hermana, más de una vez me has levantado, no sólo aquel día.»
Hoy es una mañana lluviosa en la que me he vuelto a levantar.
Me impresiona ser capaz de levantarme, no se corresponde en nada con la agónica energía de mis emociones.
Lo primero que hago es ponerle el desayuno a Maddy, como recordarás, este tesoro que rescataste del motor de nuestro coche es un gati muy glotón, tengo que darle un pienso especial caro para cuidar el tracto urinario. Cuando te fuiste volvió a ocurrirle lo mismo que cuando enfermó papá: no podía hacer pipí. En el veterinario lo sondaron y vaciaron, de ahora en adelante sólo puede tomar pienso y latitas HILL‘s.
De Kuko te cuento que cumplirá los 16 y va perdiendo la vista, aunque yo aún lo encuentro bastante fuerte. Sin embargo, vuestra marcha le pasó factura. Tras irte, ya al día siguiente, de forma inmediata, dejó de subirse al sofá, es decir, dejó de saltar. La última vez que lo vi en el sofá fue contigo, ambos cómodamente estirados viendo la tele semanas antes del fatídico día, os eché una foto. Me daña verla, ésa y todas.
Parri, con sus cuatro añitos, está juguetón y feliz, creo que es el menos afectado, aunque mira mucho por la ventana y ladra con rabia cuando escucha la puerta de abajo y tú no subes.
RABIA.
MUCHA RABIA.
¿Cuántas vacunas anuales necesitaré para que la rabia no me mate?
Tras atenderlos y dar un abrazo de buenos días a mamá, las lágrimas comienzan a caer de forma automática. Desayuno un plátano, frutos secos y una tostada de aceita de oliva. Gracias a Dios no perdí el apetito, aunque no como tan bien y placenteramente como cuando era feliz. Los tauro disfrutamos mucho con los placeres cotidianos, podemos ser una explosión de júbilo con un plato de comida casera, una taza de chocolate puro y una cómoda cama en la que dormir más de 9 horas.
¿Dónde ha ido a parar ser feliz en formato básico?
La tercera cosa que hago son estiramientos y respiraciones. Me observo desde fuera esforzándome mientras lloro, me veo absurda, me juzgo.
Actualizo los anuncios de mis diseños en camisetas, los trabajos que realicé cuando tu vivías, la página promocionando mis camisetas en facebook la tengo parada, ni se me ocurre diseñar nada nuevo, bastante esfuerzo me supone mover lo que tengo en stock. No creo en mí. Aun así, como soy tenaz, ni una sola mañana dejo de hacer mis ejercicios de inglés con una aplicación gratuita muy buena llamada DUOLINGO.
Acabo la mañana limpiando, saliendo a comprar o entrando en youtube para descubrir algún vídeo de superación que me haga sentir menos miserable.
Por la tarde iré a la piscina de los titos y pasearé a los perris sola o con algún amigo.
Sencillas actividades que encuentro tan vacías y asfixiantes sin ti que no asumo como rutina. Es decir, pienso que sólo LAS HARÉ HOY, que mañana tal vez yo tampoco esté aquí, habré despertado de esta ensoñación maldita y descansaré en parajes donde nadie jamás experimentó la farsa vital y el letal miedo.
Cada día lo pienso así: SÓLO POR HOY.
Así he aguantado 6 meses.
No es un día más que me concedo a mí misma, pues más q persona soy un robot con conciencia de rabia. Es un día más que concedo a mi madre, a mis animales y a quienes me aman. Hago un esfuerzo sobre-robótico para no añadir más daño a sus vidas. Cualquiera intentaría convencerme de que esto es una muestra de amor por mi entorno. Pero no, cuando uno se odia a sí mismo no puede derivar pureza en el otro.
AÚN SIENTO QUE PODRÍA HABER CAMBIADO TU DESTINO.
Una vez lo hice, te desmayaste en el aseo, estabas malito y perdiste el conocimiento. Nadie se dio cuenta de que estabas tirado en el suelo y pasaba el tiempo con una posición imposible por tu altura en tan pequeño hueco tras la puerta. Te descubrí, abrí el grifo de la ducha y te empapé y bofeteé hasta hacerte regresar. Años después, con un beso me lo recordarías: «Hermana, más de una vez me has levantado, no sólo aquel día.»
Comentarios
Publicar un comentario