«Quieren desde el cielo verte sonreír y que aproveches cada instante presente, no quieren verte mal.»
Me lo dicen desde el corazón y yo lo acojo en el mío. No sólo eso, cada día que alguien se preocupa y se atreve a expresarse ante mi indeseable estado, es una vela que encienden en la oscuridad trepadora, que intenta ser más alta que la luna, que se propone que deje de amar cada latido de vida.
Entonces yo finjo que respiro como cualquier otro mortal, con una sonrisa sincera pero sin futuro.
Toda persona sana desarrolla en el tiempo un amor puro hacia alguien, amará a muchas criaturas, pero la alegría del alma se vinculará a la energía de un ser especial, por la razón que sea, puede ser una razón espiritual o aparentemente absurda, una dependencia insustancial o una relación de magia. No nos corresponde juzgarlo, porque el alma es sabia y los juicios intromisiones de la piel más oscura del ego. El alma sabe a quién tiene que cuidar, proteger, perdonar y hacerse la sueca cuando no es totalmente correspondida.
Porque la plenitud de sentirse alma gemela está por encima de lo mundano y humano.
En nuestra convivencia con más personas había agitación y disfuncionalidad como en la mayoría de techos, a veces las paredes temblaban.
Pero nuestra constante para cambiar de posición el foco fue darle mucho a la risa. Bailo y amo a los animales mientras no llegas, y cuando apareces discutimos por una gilipollez de desorganización doméstica y, acto seguido, sacamos la parte descojonante.
PORQUE TU GENIALIDAD ESTRIBA EN ENTENDER LA VIDA COMO UNA BROMA DONDE NO HAY ESCAPATORIA.
Eras dual, tan temeroso como vigoroso, lleno de planes con los que superar el miedo a la enfermedad de papá, estabas convencido de q nos quedaba la mejor parte, jamás imaginaste que ese multidimensional misterio que tanto temías, q tanto dolor te produjo alimentando el esqueleto respirador en el q se convirtió papá, ese misterio se convirtió en tu sombra cuando al salir del tanatorio me dijiste: hermana, ojalá tardemos muchos años en volver aquí. Era una tristeza teñida de alivio y de muchas ganas de vivir, pero aquel tinte fue el timo del siglo. Tres meses después nos dejó a todos calvos y temblando.
Y a ti inerte en la misma sala que a él.
No me permito pensar demasiado en ese momento donde buscabas mi calor para crear un hechizo verbal que nos protegiera unos años. No puedo pensar en el tono de tu voz porque caigo en una fosa que va más allá de lo fúnebre. Que tiene que ver más con la humillación y la vejación de un alma, luchando y sobreponiéndose, mientras una trampa mortal se frotaba las manos retorcidamente a la espera de que dieras cuatro pasos de esperanza.
Escribirlo me ayuda a no tener luego que pensarlo.
He aguantado otro día más, sigo llorando, pero la rabia no está en su punto más alto, tengo minutos que consigo agarrarme al amor, aunque seguidamente desconfío y me enjaulo en mi dolor, que me entiende mejor que nadie y no me pide más que otro día de resistencia.
He resistido.
He comido bien.
He limpiado y ordenado cosas.
He acariciado con más ganas a nuestros animalucos.
Le he gastado una broma al cajero del supermercado, amargado por agosto.
He sonreído a una chica que sonreía a Parri y Kuko. Eso lo he hecho siempre, es un tic relajante.
He decorado los cacharros para comer de Maddy con chapinas y caracolas.
Siento mucha tristeza de que estos tres inocentes tengan que vivir por debajo de sus maravillosas posibilidades. Vivían con tanto amor y alegría, intento q lo noten lo menos posible. Pero hay gestos y miradas que desvelan una intuición animal a la que no sé corresponder.
¿Será verdad que todo esto está pasando?, ¿será verdad que otro día fue aguantado?
Me lo dicen desde el corazón y yo lo acojo en el mío. No sólo eso, cada día que alguien se preocupa y se atreve a expresarse ante mi indeseable estado, es una vela que encienden en la oscuridad trepadora, que intenta ser más alta que la luna, que se propone que deje de amar cada latido de vida.
Entonces yo finjo que respiro como cualquier otro mortal, con una sonrisa sincera pero sin futuro.
Toda persona sana desarrolla en el tiempo un amor puro hacia alguien, amará a muchas criaturas, pero la alegría del alma se vinculará a la energía de un ser especial, por la razón que sea, puede ser una razón espiritual o aparentemente absurda, una dependencia insustancial o una relación de magia. No nos corresponde juzgarlo, porque el alma es sabia y los juicios intromisiones de la piel más oscura del ego. El alma sabe a quién tiene que cuidar, proteger, perdonar y hacerse la sueca cuando no es totalmente correspondida.
Porque la plenitud de sentirse alma gemela está por encima de lo mundano y humano.
En nuestra convivencia con más personas había agitación y disfuncionalidad como en la mayoría de techos, a veces las paredes temblaban.
Pero nuestra constante para cambiar de posición el foco fue darle mucho a la risa. Bailo y amo a los animales mientras no llegas, y cuando apareces discutimos por una gilipollez de desorganización doméstica y, acto seguido, sacamos la parte descojonante.
PORQUE TU GENIALIDAD ESTRIBA EN ENTENDER LA VIDA COMO UNA BROMA DONDE NO HAY ESCAPATORIA.
Eras dual, tan temeroso como vigoroso, lleno de planes con los que superar el miedo a la enfermedad de papá, estabas convencido de q nos quedaba la mejor parte, jamás imaginaste que ese multidimensional misterio que tanto temías, q tanto dolor te produjo alimentando el esqueleto respirador en el q se convirtió papá, ese misterio se convirtió en tu sombra cuando al salir del tanatorio me dijiste: hermana, ojalá tardemos muchos años en volver aquí. Era una tristeza teñida de alivio y de muchas ganas de vivir, pero aquel tinte fue el timo del siglo. Tres meses después nos dejó a todos calvos y temblando.
Y a ti inerte en la misma sala que a él.
No me permito pensar demasiado en ese momento donde buscabas mi calor para crear un hechizo verbal que nos protegiera unos años. No puedo pensar en el tono de tu voz porque caigo en una fosa que va más allá de lo fúnebre. Que tiene que ver más con la humillación y la vejación de un alma, luchando y sobreponiéndose, mientras una trampa mortal se frotaba las manos retorcidamente a la espera de que dieras cuatro pasos de esperanza.
Escribirlo me ayuda a no tener luego que pensarlo.
He aguantado otro día más, sigo llorando, pero la rabia no está en su punto más alto, tengo minutos que consigo agarrarme al amor, aunque seguidamente desconfío y me enjaulo en mi dolor, que me entiende mejor que nadie y no me pide más que otro día de resistencia.
He resistido.
He comido bien.
He limpiado y ordenado cosas.
He acariciado con más ganas a nuestros animalucos.
Le he gastado una broma al cajero del supermercado, amargado por agosto.
He sonreído a una chica que sonreía a Parri y Kuko. Eso lo he hecho siempre, es un tic relajante.
He decorado los cacharros para comer de Maddy con chapinas y caracolas.
Siento mucha tristeza de que estos tres inocentes tengan que vivir por debajo de sus maravillosas posibilidades. Vivían con tanto amor y alegría, intento q lo noten lo menos posible. Pero hay gestos y miradas que desvelan una intuición animal a la que no sé corresponder.
¿Será verdad que todo esto está pasando?, ¿será verdad que otro día fue aguantado?
Comentarios
Publicar un comentario